Fijense que algo muy interesante les paso a Adan y Eva en el Eden Dios quiso que ellos guardaran el Eden lo podemos ver en Genesis 2:15, Constituyendo una barrera moral para el maligno. Dios les dio el Edén a Adam y Eva pero ellos no pudieron guardarlo proteger defender esa pertenencia.
En 1º de Juan 2:16 escribe:
“Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, si no del mundo”
Esto que leemos en Juan refleja claramente la tentación de Eva en Genesis 3:6. La serpiente dirigiendo se a Eva en este pasaje lo primero que le dice ¿Con que Dios os ha dicho? No comáis de todo árbol del huerto? Verso 1 en el verso 4 Continua diciendo no Moriréis, sino sabe Dios que el día que comáis de el, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
Y si hablamos de nuestro sentir de pertenencia del lugar al cual yo soy y lo que significa yo no voy a permitir por supuesto que nada dañe ese lugar de pertenencia, nadie de nosotros permitiría que un ladrón entrara a ese lugar ni ningún tipo de persona que quisiera hacerles daño a esas personas que conforman nuestra pertenencia. Pero es que las influencias negativas hacen que nuestro lugar de pertenencia se vea afectado de alguna manera. Hemos de entender cual es nuestro lugar de pertenencia porque si no lo sabemos, no vamos a protegerlo.
“Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero por que no sois del
mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece” Juan
15:19
Iglesia es Ekklesia klesia (Llamados) Ek (Salir de) Dios nos ha llamado para salir y vivir en espíritu, fuera de este sistema mundano, en el cual nacimos sin posibilidad de escape, Pero el nos llamo y nos separo Somos IGLESIA Somos el cuerpo de Cristo, la expresión sobre la tierra de aquel que esta en el cielo:
- Para expresar su amor
- Para expresar su bondad
- Para expresar sus promesas
- Para expresar su salvación
- Para expresar su perdón
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia. (1 P2:9–10).
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que esa en los cielos (Mateo 5:16). Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal. Tenía un muro grande y alto con doce puertas; Apocalipsis 21:9-10
